Mar 30
No konfiaría en tu dios ni aunke existiese.
Los usureros al frente de bancos y financieras, en Semana Santa, no perdonan nuestras deudas así como nosotros tampoco perdonamos a nuestros deudores pero, virtuosos que son, y agradecidos, se encomiendan a Dios por permitirles multiplicar sus panes y sus peces.
Los políticos, acostumbrados a tomar el nombre del pueblo en vano y a no dejar ileso ningún mandamiento, en Semana Santa, sin embargo, oran para no volver a caer en la tentación… hasta que caigan y, Dios mediante, resucitar al tercer día.
Los empresarios y demás gentiles mercaderes, en Semana Santa, después de despedir obreros, tramitar expedientes y abaratar soldadas, cubren sus vergüenzas con negros capirotes y en devota cofradía desmienten sus siete palabras.
Los jueces, versados en el Sanedrín de sus audiencias en llevar a la cruz a vergüenzas sin cargos y en poner en la calle a cargos sin vergüenza, en Semana Santa se lavan las manos y suscriben lo que firme el anillo que besan y disponga el poder que veneran.
Los torturadores, por misericordiosos, antes de incorporarse el Viernes Santo al habitual calvario en que trajinan ora la bolsa ora la picana, piadosos se persignan y flagelan también al cirineo por ser parte del entorno.
Los hipócritas son tan considerados que, en Semana Santa, penan descalzos sus nazarenas velas en tan ajeno entierro y por aquello de guardar las apariencias y mantener el tono con los días, hasta prefieren pasar por fariseos.
Los agnósticos, para curarse en salud y, no obstante su manifiesta incredulidad, también en estos días escriben columnas sobre la Semana Santa.
Koldo Campos Sagaseta
PD. Y si TU dios en verdad existiese, por dios ke nunka konfiaría en él.
marzo 31st, 2010 a las 11:36
Estoy de acuerdo. LA guerra contra la religión, será larga y tendida. La total libertad, que es el derecho a no tener miedo a ningún castigo, asusta, porque muchos dudan de su capacidad de actuar con el bien y el amor al prójimo, sin amenazas o premios. También hay los ilusos que dicen que Dios castigará a los criminales y abusadores. Este consuelo no existe, porque el castigo, el único castigo, está aquí durante el periódo de vida, ejecutado por nuestra «justicia». Sin Dios, no hay donde esconderse, no hay donde refujiarse y hay que enfrentar la vida, con su muerte y las viscicitudes de vivir ambas, en solitario.
mayo 11th, 2010 a las 19:24
Juanito, cuando puedas sube esta viñeta al flickr para poder tenerla en una buena resolución. Me voy a hacer una camiseta con ella. SALUD Y REPUBLIKA!!!